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miércoles, 20 de febrero de 2013

DOS PRECIOSOS POEMAS DE WALT WHITMAN





Una hoja de hierba
 

Creo que una hoja de hierba, no es menos
que el día de trabajo de las estrellas,
y que una hormiga es perfecta,
y un grano de arena,
y el huevo del régulo,
son igualmente perfectos,
y que la rana es una obra maestra,
digna de los señalados,
y que la zarzamora podría adornar,
los salones del paraíso,
y que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza a las máquinas,
y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera todas las estatuas,
y que un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.
Descubro que en mí,
se incorporaron, el gneiss y el carbón,
el musgo de largos filamentos, frutas, granos y raíces.
Que estoy estucado totalmente
con los cuadrúpedos y los pájaros,
que hubo motivos para lo que he dejado allá lejos
y que puedo hacerlo volver atrás,
y hacia mí, cuando quiera.
Es vano acelerar la vergüenza,
es vano que las plutónicas rocas,
me envíen su calor al acercarme,
es vano que el mastodonte se retrase,
y se oculte detrás del polvo de sus huesos,
es vano que se alejen los objetos muchas leguas
y asuman formas multitudinales,
es vano que el océano esculpa calaveras
y se oculten en ellas los monstruos marinos,
es vano que el aguilucho
use de morada el cielo,
es vano que la serpiente se deslice
entre lianas y troncos,
es vano que el reno huya
refugiándose en lo recóndito del bosque,
es vano que las morsas se dirijan al norte
al Labrador.
Yo les sigo velozmente, yo asciendo hasta el nido
en la fisura del peñasco.
Versión de León Felipe






¡Durante cuanto tiempo nos engañaron!

Trasmutamos ahora,
nos apresuramos a huir
como huye la
naturaleza,
Somos la naturaleza,
durante mucho tiempo estuvimos lejos.
Pero ahora volvemos,
nos convertimos en plantas,
en troncos, en follaje,
raíces y cortezas.
Estamos asentados en la tierra,
somos peñascos,
pastamos,
somos dos en medio de la hacienda bravía,
tan espontáneos como los otros.
Somos dos peces que nadan juntos en el mar,
somos lo que son las flores del algarrobo,
derramamos fragancia
en los caminos de la mañana y de la tarde.
Somos también lo sucio de las bestias,
de las plantas, de los minerales.
Somos dos aves de rapiña,
nos elevamos en el aire y miramos la tierra.
Somos dos soles que deslumbran,
somos nosotros dos los que giramos,
cósmicos y estelares,
somos como dos cometas.
Merodeamos, cuadrúpedos y feroces, por la espesura,
y saltamos sobre la presa.
Somos dos nubes que se desplazan en lo alto
cuando amanece o atardece.
Somos dos mares que se unen,
somos esas olas felices que se revuelcan
y se juntan, mojándose.
Somos lo que es la atmósfera,
transparentes, hospitalarios,
permeables, impermeables.
Somos nieve, lluvia, frío, tinieblas,
somos lo que el planeta engendra y protege.
Hemos descrito círculos hasta volver los dos al hogar,
hemos renunciado a todo,
salvo a la libertad y a nuestra alegría.


                                                                            Versión de Bob Hope.
 

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